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Las vistas exclusivas de Forestis Dolomites

Forestis es un lugar de paz y armonía, profundamente inmerso en el aroma de la naturaleza alpina. Descubra esta ubicación única: rodeado de densos bosques y enclavado en el hermoso paisaje de la montaña Plose, con impresionantes vistas de los majestuosos Dolomitas.

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El refugio de lujo Forestis se encuentra a 1.800 metros de altitud, en un lugar soleado y protegido, en la ladera sur del monte Plose, en los Alpes del Tirol del Sur. Su historia se remonta a 1912: en efecto, las extraordinarias características naturales de esta zona impulsaron a la monarquía austriaca a construir un sanatorio en este lugar de gran energía.

Hoy en día, este encantador refugio mantiene la misma filosofía del pasado, abordada con una perspectiva fresca y una comprensión polifacética de la hospitalidad por Teresa y Stefan, los actuales propietarios. La frescura del agua del manantial, la pureza del aire de la montaña, la calidez de los rayos del sol y la sensación de bienestar que proporciona el clima templado han contribuido a hacer realidad este sueño.

Estos elementos son los protagonistas del aura mágica de Forestis: una experiencia única que envuelve por completo al huésped en un lugar introspectivo y lleno de energía. Nada más estimulante que disfrutar del espectacular panorama de los Dolomitas en una suite de lujo, totalmente amueblada con materiales naturales, sintiéndose envuelto por la calidez de la madera, verdadera protagonista de estos ambientes limpios.

En este escondite, el contacto con la naturaleza es esencial y se percibe en cada espacio, gracias a la creación de un conjunto armonioso, inspirado en el entorno exterior. La piedra dolomita, de la que mana agua de manantial, es perceptible por doquier en la estructura de Forestis. El cristal, acentúa la claridad del aire y lleva la naturaleza al interior transportando al huésped en medio del bosque, a la altura de los ojos de los monumentales y coloridos Dolomitas.

Tejidos envolventes procedentes de una tejeduría de Trentino dan un toque cálido a los interiores de las suites. El mobiliario se caracteriza por una elegancia sencilla y limpia y está fuertemente conectado con la naturaleza que lo rodea. La madera, que gracias al clima favorable crece exuberante en el bosque circundante, es de abeto: sin tratar y dejada al natural para crear muebles e interiores únicos para que los huéspedes puedan respirar su aroma y sus aceites esenciales y disfrutar de sus efectos calmantes.

Incluso en el Forestis Spa los huéspedes pueden sentir un fuerte contacto con la naturaleza: la piscina interior y exterior lleva el elemento del agua a una nueva y hermosa combinación con la piedra. La piedra dolomita es la responsable de la excepcional pureza de las aguas de la montaña de Plose, que también llena la piscina de piedra. Una fuerte sensación de pureza abraza a quien se sumerge en ella, junto con la calma y la paz que sólo un suave paisaje nevado puede dar.

Los tratamientos del Spa Forestis siguen el principio de los cuatro árboles autóctonos: pino de montaña, abeto, alerce y pino cembro. Cada uno de estos árboles posee diferentes sustancias activas que permiten al cuerpo humano regenerarse en profundidad. El Forestis Spa propone un viaje para alcanzar el bienestar introspectivo y físico que se encuentra en la calidez envolvente de las saunas, las salas de silencio y los espacios dedicados al fitness: todos ellos realizados con madera autóctona. En estos entornos, una sensación de relax y espiritualidad transporta al huésped hacia una nueva conciencia de sí mismo.

Pero el viaje no puede estar completo sin una degustación de la deliciosa "Cocina del Bosque": una inmersión en la tradición culinaria mediterránea que se encuentra con los ingredientes alpinos. La naturaleza y los agricultores locales suministran los ingredientes que se llevan a la perfección en Forestis, mezclando las antiguas tradiciones con la creatividad de la cocina moderna. La filosofía culinaria del chef sigue siempre los principios de variedad, naturalidad y autenticidad. El elegante restaurante tiene forma escalonada: cada mesa ofrece la intimidad deseada y, al mismo tiempo, una amplia vista de los bosques circundantes y de las puestas de sol sobre los Dolomitas.