Michele De Lucchi nació en 1951 en Ferrara, en una familia veneciana. Su carrera comenzó poco después de licenciarse en arquitectura en Florencia, cuando se convirtió en ayudante en un curso de diseño de Adolfo Natalini, uno de los pioneros del movimiento arquitectónico radical. A través de Natalini, conoció las primeras expresiones del diseño radical a través del grupo Cavart, establecido en Padua en 1973, conocido por organizar eventos artísticos de vanguardia en canteras venecianas.

Con el tiempo, Michele De Lucchi desarrolló una sólida visión de un nuevo enfoque del diseño y la arquitectura, creando productos que resonaban emocionalmente con la gente. A principios de los 80, De Lucchi fue invitando a unirse al Memphis Design Movement por Ettore Sottsass, fundador del movimiento, que le animó a crear su propia empresa. Al mismo tiempo, empezó a trabajar en varios estudios de diseño, como CentroKappa y Alchimia. Sottsass desempeñó un papel fundamental en la integración de Michele De Lucchi en el entorno industrial italiano, especialmente en Olivetti, donde diseñó el mobiliario Synthesis y acabó ascendiendo al cargo de Director de Diseño de 1992 a 2002. A lo largo de su carrera, De Lucchi estableció conexiones cruciales que facilitaron su colaboración con Compaq, Philips, Siemens y Vitra, donde perfeccionó su visión personal del diseño.

Entre las creaciones más conocidas de Michele De Lucchi para Memphis figura la icónica First Chair, una pieza visualmente impactante con tonos pastel elaborada a partir de círculos, esferas y otras formas cautivadoras. Además de sus diseños para Memphis, De Lucchi se ganó elogios internacionales por sus proyectos arquitectónicos, dejando su impronta en diseños notables como NTT en Japón, Deutsche Bank en Alemania, Novartis en Suiza y Enel, Olivetti, Piaggio, Poste Italiane y Telecom Italia en Italia. Su influencia en los entornos corporativos se extendió más allá de la estética, fomentando innovaciones técnicas y visuales que reconfiguraron las identidades corporativas.

Paralelamente a sus aventuras profesionales, las exploraciones personales de De Lucchi han contribuido a enriquecer su viaje creativo. En 2003, el Centro Georges Pompidou de París adquirió una importante colección de sus obras, mientras que sus otras notables creaciones se exponen en prestigiosos museos de diseño de Europa, Estados Unidos y Japón.