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Historia de Sicilia en el Palacio Castelluccio

Escondido en el corazón histórico de la ciudad de Noto, en Sicilia, el Palacio Castelluccio es un brillante ejemplo de la arquitectura clásica siciliana y del arte decorativo. Descubre la majestuosidad de esta noble residencia, su impresionante estilo barroco y la historia que se esconde tras su increíble restauración.

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La larga historia del Palazzo Castelluccio comienza en 1782, cuando se construyó como residencia de una de las familias más antiguas e influyentes de Val di Noto. El marqués Di Lorenzo di Castelluccio decidió dar nueva vida a la ciudad tras el devastador terremoto que destruyó los edificios de Noto.

El majestuoso palacio destaca, entre un laberinto de edificios barrocos, por su elegante estilo neoclásico. En la actualidad, el edificio sigue siendo un brillante testimonio de la arquitectura y el arte decorativo sicilianos y es uno de los seis grandes palacios de Noto, decorado con florituras de época, como elegantes candelabros dorados y flamantes suelos de baldosas.

El palacio siciliano del siglo XVIII cambió de manos en varias ocasiones a lo largo de los años, conservando siempre su encanto innato y su encanto único. En 2011, el cineasta francés Jean-Louis Remilleux adquirió el palacio para restaurarlo. Su principal inspiración fue una novela de ficción escrita por Tomasi di Lampedusa -El Leopardo- y, además de la impresionante decoración que caracterizaba al edificio original, decidió incorporar piezas llamativas con la ayuda de expertos en antigüedades y artesanos locales.

El resultado es un lugar único, compuesto por 105 habitaciones, entre ellas una destinada exclusivamente a la música, una capilla y un salón de baile: una verdadera obra maestra de la excelencia siciliana.

La fachada del Palacio, en Via Cavour, no tiene el mismo estilo barroco utilizado para la reconstrucción de los principales edificios de la ciudad, sino que refleja el gusto neoclásico popular a finales del siglo XVIII, que puede apreciarse en los frescos bien conservados de los techos y paredes del primer piso principal.

Se han restaurado todos los suelos originales de cerámica siciliana y han sido necesarios cuatro años de trabajo para revivir el Palacio, respetando sus finos acabados y su historia. Se limpiaron los frescos, se sustituyeron las telas y se rehizo idénticamente el papel pintado de plata. Una colección de muebles y cuadros italianos y sicilianos devolvió la atmósfera de un palacio habitado.

Noto es la capital del Barroco en Sicilia y también Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Está encaramada en una meseta que domina el valle de Asinaro, cubierto de cítricos, olivos y almendros. El palacio Castelluccio es uno de los estandartes de este patrimonio y representa una auténtica joya de la corona de la región. Hoy es posible visitar esta impresionante obra de arte, gracias a la Fondazione del Grand Tour, una realidad joven y dinámica nacida con el objetivo de compartir las bellezas de la increíble isla de Sicilia.